Monday, August 22, 2011

El testimonio de las Cartas Anuas

Según el padre Furlong, entre 1628 y 1631, unos 60.000 indios de las misiones de la zona del Guairá  fueron "cazados" por los bandeirantes y vendidos como esclavos en los merados brasileños. Estas "bandeiras" -expediciones de bandeirantes- capitaneadas por los paulistas, pero integradas por indios ya esclavizados, eran muy redituables, pues podian capturar en una sola incursion a muchos indigenas. para mayor  beneficio, se trataba de indigenas ya "domesticados" y habituados a trabajar en las misiones. Ante el acoso, los jesuitas se replegaron a la zona del Alto Paraguay. Se calcula en 300.000 los indios apresados por los bandeirantes. Las "Cartas Anuas" -a la izquierda, el fragmento de uno de estos informes misioneros- aún hoy resultan estremcedoras por los detalles que brindan de esta tragica "caceria" 

Bandeirantes

Con dificultad es para acceder a una mano de obra tan eficiente y barata como la existente en los "pueblos de indios", las misiones concitaban las críticas y la codicia de los colono españoles. También los bandeirantes -portugueses originarios de San Pablo- habían puesto sus ojos en la reducciones jesuíticas, pero ellos no reparaban en nada: saqueaban las misiones y "cazaban" indios para luego venderlos como esclavos en Brasil. Para hacerles frente, los padres organizaban militarmente a los indios, y a la vez les transmitían tácticas de batalla. la eficacia militar de las misiones fue rápidamente advertida por la Corona, que les confió la defensa del área contra los avances lusitanos. Hasta fueron convocadas para operaciones importantes, como sucedió con la toma de Colonia, 1680.

Religion y Arte

Las misiones eran administradas como verdaderos "estados teocráticos", ya que la religión impregnaba cada acto, hasta el más mínimo, de la vida cotidiana. Todas las mañanas se oficiaba una misa. Guiados por los padre, en procesión y rezando, los indígenas marchaban al trabajo y, del mismo modo, volvían a sus casa al concluir la jornada. Los domingos y los días de fiesta religiosa estaban dedicados a los rituales impuestos por el credo. Los niños aprendían a leer y escribir utilizando textos sagrados. La misma devoción se ponía de manifiesto en las expresiones artisticas: la arquitectura, la pintura, la escultura, el torneado, la música o la danza eran otras tantas formas de expresar la fe.

El signo que esta arriba era usado en todas las misiones jesuíticas, y las siglas significan Iesus Hominum Salvator, es decir Jesús salvador del hombre. Los padre misioneros organizaban los talleres artesanales, donde enseñaban las técnicas europeas. Así formaron pintores, plateros, relojeros, grabadores, fundidores y tallistas. Hubo indios imagineros, retablistas, pintores y doradores, que reprodujeron las formas religiosas propias del catolicismo en combinación con motivos decorativos propios. Al terminar cada Misión se hacían violines, flautas, instrumentos para celebrar la ocasión. La cantidad de jesuitas en las misiones variaba en cada caso, pero era reducidísima en relación a la población indígena. Su poder emanaba de la autoridad moral.

Los Pueblos indios

A fin de facilitar el reclutamiento de indígenas para la mita y el cobro del tributo, las autoridades españolas obligaron a los nativos a residir en "pueblos de indios", regidos por autoridades civiles. Las órdenes religiosas obtuvieron permiso para administrar algunos de ellos. A partir de 1610, los jesuitas fundaron unas cuarenta misiones de indios guaraníes y tobas. Una rígida organización y las costumbres sedentarias de estos indígenas convirtieron a las misiones en eficaces empresas económicas. Su producción de algodón, ganado, trigo, azúcar y yerba mate llegó a ser tan importante que se exportaba por todo el virreinato y el Brasil. Así, en poco tiempo, nació un verdadero imperio.
En este tiempo se creo la pipa de barro, que fue creado para poder fumar el tabaco, que fue introducido por los jesuitas. Las misiones fueron construidas por los mismos indios. La misión era gobernada por un Cabildo integrado por caciques al arribo de los padre y que éstos representaban como autoridades propias de los indios. San Ignacio de Layola fue el que creo a La Compañía de Jesús. Los padre y los indios en esos tiempos hacian su comida en una vasija de barro

Las misiones Jesuiticas

Las reducciones de indios, a cargo de diferentes órdenes religiosas, cumplieron su cometido con variada fortuna. las mas conocidas fueron la Compañía de Jesus, en particular las 30 misiones emplazadas en el nordeste del actual territorio argentino, en el Paraguay y en Brasil.
Las misiones jesuiticas no fueron las primeras reducciones de indios (los sacerdotes evangelizaban a los indios para que crean en Dios). Las misiones jesuitias fueron un experimento en el que se contrapusieron las dimensiones antagonicas de lo que pertenece a Dios y de lo que corresponde a César. Los jesuitas se propusieron reducir y cristianizar a los indios, organizar un poder económico y militar sobre la base de los indígenas y erigirse como un muro de contencion contra las invasiones de los bandeirantes, paulistas dedicados a la caza de indios para su venta como esclavos y a la busqueda de oro, plata y piedras.

Las misiones fueron exitosas porque contaron con un pueblo, el guaraní, proclive al modelo reduccional concebido por la Orden, pese a que -como percibía los jesuitas- "iban perdiendo su ser mientras se iba humanando". A su vez, los padres aprendieron la lengua guaraní convirtiendose en "lenguaraces" exepcionales.
En la primera reduccion se dio que los indigenas estaban eximidos del pago del tributo, prestacion de servicio personal y de la mita. Estos factores marcaron la gran permanencia de los jesuitas y la eficacia de la misma. Sus plazas estaban  divididas en casas alrededor de un plaza y la iglesia. 
Ellos trabajaban el criado de ganado y la explotacion de distintos productos. Lo que obtenian de la produccion se dividia en 3: uno para toda la poblacion otro para las viudas y enfermos, y el ultimo era de reserva.
Luego en 1644 tras una derrota contra los bandeirantes, los jesuitas les permitieron a los indigenas usar armas de fuego.